
Orgullo villero en Santa Cruz

Orgullo villero en Santa Cruz
45 vecinas y vecinos de La Orotava acudieron a la manifestación del sábado 11 de junio en la guagua gratuita que puso a disposición Asamblea por La Orotava.
El pasado mes de mayo, la sociedad tinerfeña se enteraba, a raíz de la denuncia pública de varios colectivos sociales y en defensa del territorio de Canarias, que unos de los pocos reductos de zonas no urbanizadas para la actividad turística en el sur de la isla iba a ser destruido para albergar una serie casas residenciales (que habían sido ofertadas como segunda vivienda solo a extranjeros) y un complejo hotelero en el conocido como Puertito de Adeje.
Tras la presión mediática, el Cabildo del PSOE tuvo que frenar de forma cautelar el proyecto, pues no contaba con un estudio patrimonial que debió ser entregado al Cabildo por parte de la promotora, a parte de que un colectivo patrimonial había advertido de un posible yacimiento arqueológico en la zona.
A pesar de la paralización, algunos trabajos continuaron, aunque ya se habían destruido grandes ejemplares de tabaiba , destruyendo parte del ecosistema del lugar. Todo esto con la connivencia del alcalde adejero (PSOE). Más alarmante aun fue cuando la sociedad tinerfeña conoció que la anterior corporación del cabildo insular, en aquel momento formado por CC-PSOE este proyecto, llamado Cuna del Alma, ya tenía un informe del Servicio de Patrimonio Histórico desfavorable.

Después de una Asamblea multitudinaria en el mismo Puertito de Adeje, el sábado 11 de junio se convocó por parte de los colectivos Salvar el Puertito, Salvar Fonsalía, Salvar la Tejita, Ben Magec-Ecologistas en Acción, ATAN y la Plataforma Los Silos-Isla Baja un manifestación bajo el lema “Salvar Tenerife”. El objetivo no fue solo denunciar la destrucción del territorio en Adeje, sino en todo Tenerife:
A este llamamiento respondieron las vecinas y vecinos de La Orotava. Unas 50 personas hicieron uso de la guagua gratuita que puso a disposición Asamblea por La Orotava.

Las vecinos y vecinos de La Orotava hicieron el recorrido de la manifestación bajo el lema “#orgullovillero: La Orotava por Tenerife”, en referencia al lema lanzado desde el Ayuntamiento durante las fiestas del municipio en la época del confinamiento. Durante estos últimos años, el eslogan ha sido apropiado por Asamblea La Orotava. La formación municipalista no ve ningún signo de valentía ni orgullo en las políticas del grupo político que ha (mal)gestionado La Orotava durante los últimos 40 años, en los que se han perpetuado en el poder a golpe de amiguismo y clientelismo, a parte de ejercer una prevaricación urbanística encubierta, haber propiciado la destrucción del tejido comercial y ejercer la prevaricación. Es el orgullo villero de las vecinas y vecinos de La Orotava quien haga de nuestro municipio la punta de lanza del norte de Tenerife, afrontado un cambio a políticas que pongan a las personas en el centro y lograr a largo plazo una Orotava más justa, más sostenible, más igualitaria, más desarrolla social y económicamente, siempre con la limitación de sueldos de los cargos electos, la limitación de años que una persona puede ocupar un cargo y limitar el numero de cargos electos con dedicación exclusiva, a la par que se reduce el número de personas de confianza, recuperando la gestión de los servicios públicas —entregada a grandes empresas privadas— apoyando el desarrollo del la actividad municipal en el personal laboral a y funcionarial del ayuntamiento y que a estos puestas se acceda a través de ofertas de empleo `público u oposiciones de las que tenga conocimiento toda la ciudadanía, no solo las personas afines al círculo de Coalición Canaria.

A pesar de reunirse miles de personas en las calles de la capital tinerfeña, pocos medios de comunicación se hicieron eco de la manifestación. Pareciera que estuvieran “seducidos” por los promotores de de la corrupción, la construcción y el turismo.
Entre otras reivindicaciones, las y los manifestantes pedían una nueva moratoria turística, ley de residencia y una moratorita a las grandes infraestructuras del transporte hasta que no hay un verdadero consenso social.